"La profesionalización de los servidores públicos, como garantía de buen gobierno en los municipios mexicanos".

La administración pública en todos los órdenes gubernamentales, concibe como meta principal desempeñar una dirección eficaz y eficiente, integrada por funcionarios que posean las capacidades y conocimientos necesarios para llevar a cabo sus actividades; ligado a esta meta se puede dar un mayor significado al término de profesionalización, ya que no solo hace referencia a la preparación y actualización de las habilidades, procesos y técnicas con la que cuenta un servidor público para el adecuado cumplimiento de sus funciones, sino que también hace hincapié a una cualidad que la misma sociedad y evolución de las estructuras del Estado van requiriendo.

Así pues, concibiendo esta necesidad de integrar las direcciones gubernamentales, con personal capacitado, es que, a nivel internacional y a finales del siglo XX fueron planteados varios sistemas de servicio civil profesional de carrera, los cuales mostraban una dinámica menos centralizada a la hora de acceder al servicio público, así como una mayor responsabilidad administrativa y que, además, daba pie a la evaluación de los resultados de los funcionarios.

En el caso mexicano, igualmente a finales de la década de los ochenta se identificó que era necesario implementar algunos lineamientos que permitieran mejorar la capacidad técnica y administrativa del personal en el orden federal. Para este propósito se adoptaron las siguientes líneas de acción:

• Instaurar el servicio civil de carrera, en colaboración con la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado.
• Continuar con la simplificación de la estructura y organización administrativa del sector público.
• Fomentar la vocación de servicio del personal federal mediante una motivación adecuada, elevando así la eficiencia y la agilidad en el funcionamiento de la burocracia.

Posteriormente, en el 2003 se aprueba la primera etapa de la Ley de Servicio Profesional de Carrera, donde se emitió un reglamento y los organismos que tendrían la función regulatoria. En una segunda etapa, de 2004 a 2007, comienza la primera implantación y operación de los procesos del servicio profesional de carrera; vale la pena mencionar que los procesos se ejecutaban en cada una de las dependencias como ellos entendían, no existía homogeneidad hasta ese momento; ya para la tercera etapa de 2007 a 2010 se hacen ajustes a la operación y a la implantación del servicio profesional de carrera, que tuvieron consecuencias para la emisión del segundo reglamento de la Ley donde se hicieron modificaciones de mayor impacto.

Como podemos observar, la tarea de conformar equipos de trabajo con personal capacitado ha estado presente en varias etapas de nuestro crecimiento como sociedad y gobierno, y si bien, el servicio civil y  

profesional de carrera han abonado para que más espacios dentro de la administración pública estén ocupados por personal capaz, desde los gobiernos locales adoptamos este concepto como algo más amplio, que conlleva un compromiso por ofrecer servicios de calidad en todas las unidades municipales (y no solo en las administrativas), no solo dotados de los conocimientos técnicos y profesionales necesarios, sino también de un sentido de cercanía y humanismo.